martes, 11 de diciembre de 2007

Billetiiiitos recién impresooos...señora!!!

Que hay que dar la cara con el casero...Keydeth. Que se acaba el papel higiénico, Keydeth (bueno y Tifonia) lo reponen. Que hay un marrón con una factura por arreglar el lavavajinas y la lavadora y hay que presentarse en la inmobiliaria a pelearse... Fofito, el payaso de la tv es el que va.
Tocaba ir a pagar el internete.
Bueno pues si hay que ir pues se va, porque el caso es que de tanto repetir, hasta el más tonto se le queda, que decía uno de los profesores maravillosos que he tenido,(un saludo desde aquí al Padre Luís Vicente), y al menos se aprende algo.

Como nadie parecía preocuparse por pagar la factura a timofónica, se me ocurrió preguntar hasta qué fecha límite teníamos. El caso es que de pronto se impuso una ferviente necesidad por ir a abonar la guita. Pero, por supuesto nadie podía en esos momentos, así que decidí ir yo.
Cierto es, que Cía se presentó voluntaria para acompañarme en dicha misión.

Llegamos los dos a una sucursal de una caja, y nada más entrar por la puerta... ¿? Una chica se nos acerca y nos dice si nos puede ayudar en algo. [Ala así, sin pedirlo ni nada. Yo ya pensé que venía para que donáramos un riñón o algo, con eso de que ahora estamos en navidad...] Le comentamos la operación que nos disponíamos a realizar y muy amablemente nos dijo que se nos había pasado la hora y que los pagos en metálico sólo son de 8am a 10am [Tanta amabilidad me confunde: no hemos tenido que esperar colas, ni soportar bordes, ni... ¿?]
Decidimos ir a un banco cercano por si los horarios de pagos eran diferentes. Nada, ídem de lo mismo... ¿?

-Bueno pues nada mañana volvemos.
-No yo mañana no puedo tendrás que ir solo. [Bueno, la intención es la que cuenta]

El caso es que al día siguiente me levanto temprano para ir a apoquinar la pasta. Entro en la sucursal. Nada... ni cola, dos meras personas. Estupendo, me digo, cuando de pronto oigo...

¡Tilt!...

[Jejeje ése me lo conozco] Me pongo a buscar por toda la oficina la maquinita de los tickets antes de que empezase a llegar gente y me quitara el puesto. Desaparecida. Veo que entra la chica simpática del “en qué puedo ayudaros” Me la señala, la máquina, detrás de una columna escondida... como para verla.
Saco mi ticket, me pongo a la cola [¿?] y todo solucionado.

Por cierto la pantalla donde salen los numberitos, también estaba detrás de la columna. Se ve que juegan siempre al despiste con lo de la pantalllita. Pero de todo se aprende. Ya no me pillan desprevenido con el invento.

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