sábado, 3 de noviembre de 2007

Mio

Dos bebés juegan en un parque con sus juguetes, cuando uno agarra un sonajero de esos que hacen "chacka-chacka" que tanto nos gustan tras estar a su lado cinco minutos. En ese momento el otro bebé, sentado a su lado, lo mira, balbucea un "gñeguulg" (que traducido sería algo así como: "eso es mío, suéltalo... que te dicho que lo sueeeltess) le da un manotazo, le quita el sonajero y empieza a arrearle con él en la cabeza. No hemos terminado de escuchar el "chacka" cuando oímos entremezclado un sonoro "plonc". Y así repetidas veces. "Chakca...plonc, chac...plonc, cka...plonc" y llanto.

La mamá viene y les quita los juguetes que no sean de textura peluche.
-Hay que ver como son, todo lo quieren, cuando sean mayores serán amigos. -Dice la madre a la amiga mientras continúan su café de la tarde y dejan que Ana y Toni sigan peleando en el parque por conseguir lo que tiene el otro.

15 años más tarde...

-Oye, ¿a ti te gusta Toni? -Pregunta Cecilia tímidamente a su amiga Ana.
-Para nada que no. ¡Qué va!
-¿No? ¿Seguro?
-En absoluto, sólo es mi amigo. A mi el que me gusta es Juan. ¿Por qué lo dices?

Llaman a la puerta de Toni.
-Soy Ana, abre. -Ambos adolescentes se sientan, como cada tarde de sábado vienen haciendo, en la cama de la habitación de él.
-Le gustas a Ceci -Dice muy divertida al principio, sin pensar que ese hecho puede que no acontezca nada, nada, divertido. Toni, la mira con cara de incredulidad y aunque nunca se lo había planteado, de repente, empieza a preguntar cosas sobre Ceci.
Para Ana es demasiado delgada, para Toni no está tan gorda como las de clase. Para ella Ceci está plana, para él, menos mal que no va de exuberante como las demás.
-Dios mío, si tiene aparato. - Piensa ella.
-¿A qué sabrá? ¿se notara en un beso? ¡Un beso! ¿Mi primer beso? -Es lo que pasa por la cabeza de Toni.
Así un sentimiento de desasosiego la invade por completo. A partir de ahí la amistad creada a base de "chackas y ploncs" entre Ana y Cecilia, y Toni y Ana, comenzará a tambalearse hasta terminar, en el mayor de los casos, en una separación total.

Que esto ocurra a determinadas edades, bien. El problema es cuando se tienen unos añitos más y se siguen diciendo las mismas frases:
...Que si yo lo conocí primero...
...Que te ríes más con sus bromas que con las mías...
...¿Por qué os habéis caído tan bien?...
...Era mío y me lo has quitado/me lo estás quitando...

y la misma acción reacción:
...Que si ya no te hablo porque parece que ha venido contigo en lugar de conmigo...
...Pues ahora dejas de ser mi mejor amiga y lo será fulanita, aunque nunca le haya contado nada a ella...
...Por supuesto siempre que estés tú delante y puedas verme...

Y así podría escribir dos post enteros... Por supuesto esto es tan válido (aunque con algunas variaciones) para ambos sexos.
El caso es que....señores y señoritas, lo queramos o no, tenemos el sentimiento del "egoismo" plasmado en nuestra impronta y antes o después, en un grado o en otro, aparece. Y... aunque no queramos... lo sentimos, se hace fuerte y lo manifestamos en ocasiones más, otras menos.





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