El local de ensayo lo compartimos tres grupos. En teoría, cualquier decisión se toma entre los miembros de todos los grupos y se vota. En teoría.
Llevaba algún tiempo ya intentando convencer a los de mi grupo para que le diéramos una nueva orientación a nuestra parte del local, pues era imposible escucharse ni oír nada tal y como estaban colocados los amplificadores, sobre todo porque todos los zarrios terminaban en nuestro trozo (dos enormes sofás concretamente, entre otras cosas). [Me da a mi que los otros dos grupos van un poco de listos.]
Ayer, cogí al bajista y al batería desprevenidos y comenzamos la tarea de la metamorfosis.
-Si queremos sonar bien, hay que ensayar a gusto. Les dije muy serio.
Cuando llegó, algún rato más tarde, el guitarrista (que es el que lleva las “negociaciones” con los otros grupos) y vio el zafarrancho de combate, se llevó las manos a la cabeza. Comentando que teníamos que haber dejado una nota [¿pidiendo permiso? ¿Acaso no pagamos nosotros igual? ¿Acaso pidieron ellos permiso cuando cambiaron la cerradura? –ring...esta tarde vamos a ir a cambiar la cerradura. Así fue] diciendo que queríamos cambiar el sofá de sitio,[el sofá de sito...pero qué cojones les da a ellos si tenemos el sofá a un lado o en otro mientras esté en nuestro lado?] que ya verás como se van a enfadar, otra vez el mal royo, que si tal, pascual, etc... [si no hay mal royo, es porque estos de mi grupo son más buenos que el pan y se callan con todos los caprichos que se les antojan a los otros]
Pues bien, si hay que poner nota, pues se pone.
-Yo me encargo de la nota
Nuestro trozo de local está totalmente cambiado, y el sofá también, no obstante les dejé una nota:
“Hemos cambiado el sofá de sitio” Keydeth.
...Por si no se daban cuenta.
Llevaba algún tiempo ya intentando convencer a los de mi grupo para que le diéramos una nueva orientación a nuestra parte del local, pues era imposible escucharse ni oír nada tal y como estaban colocados los amplificadores, sobre todo porque todos los zarrios terminaban en nuestro trozo (dos enormes sofás concretamente, entre otras cosas). [Me da a mi que los otros dos grupos van un poco de listos.]
Ayer, cogí al bajista y al batería desprevenidos y comenzamos la tarea de la metamorfosis.
-Si queremos sonar bien, hay que ensayar a gusto. Les dije muy serio.
Cuando llegó, algún rato más tarde, el guitarrista (que es el que lleva las “negociaciones” con los otros grupos) y vio el zafarrancho de combate, se llevó las manos a la cabeza. Comentando que teníamos que haber dejado una nota [¿pidiendo permiso? ¿Acaso no pagamos nosotros igual? ¿Acaso pidieron ellos permiso cuando cambiaron la cerradura? –ring...esta tarde vamos a ir a cambiar la cerradura. Así fue] diciendo que queríamos cambiar el sofá de sitio,[el sofá de sito...pero qué cojones les da a ellos si tenemos el sofá a un lado o en otro mientras esté en nuestro lado?] que ya verás como se van a enfadar, otra vez el mal royo, que si tal, pascual, etc... [si no hay mal royo, es porque estos de mi grupo son más buenos que el pan y se callan con todos los caprichos que se les antojan a los otros]
Pues bien, si hay que poner nota, pues se pone.
-Yo me encargo de la nota
Nuestro trozo de local está totalmente cambiado, y el sofá también, no obstante les dejé una nota:
1 comentario:
Ahí está. Que no digan que no habéis informado al resto. Y si no, a la próxima el sofá a la puta calle, que aquí se viene a trabajar, coño.
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