miércoles, 7 de noviembre de 2007

Beato...

Cuando uno sube a un escenario repetidas veces, se quiera o no, se es un personaje público. Que defiendes un concierto o varios conciertos en el mismo sitio, pues más público te vuelves. No falla, es como que el cielo es azul, o la leche blanca.

El caso es que un personaje público sea del tipo que sea, debe admitir que... tendrá simpatizantes y detractores siempre.
Con los simpatizantes no hay ningún problema, al revés, hagas lo que hagas estará bien hecho aunque no lo entiendan. Pero con los detractores... esos son los que te buscan las cosquillas. Son como ese mosquito que tu limpiaparabrisas no es capaz de quitar.

No obstante todo lo que hace o dice lo que esperamos que haga o diga, lo tenemos controlado, si tu enciendes un petardo, esperas que explote, si dejas caer un vaso al suelo, sabes que va a saltar en cien trozos. Pero hay un tercer grupo que nunca sabes por qué camino va a llevarte. Son personas que coinciden contigo en la vida y ya sea por ingenuidad, casualidad, equivocación, mal intencionadamente, o incluso, con buena intención, te dicen cosas que nunca esperas en ese momento y consiguen quedarte a cuadros escoceses.

Esto es:

Entra una un grupo de personas en la casa del terror, monstruos, gritos, etc... de repente aparece el actor vestido de Freddy kruger

-Freddy está en tus sueeñoos. –Se oye cantar a una voz aguda y repelente. Todos corren. El actor, con el ego por lo más alto, se lanza en su persecución, pero una niña se le planta delante, le mira con ojos de borrego, se le abraza y dice con voz melosa...
-Freddy... mi ídolo... –Una putada vamos. Te acabas de convertir en Fredderico el amigo de los niños.

Tienes que decir cierto número de teléfono, estas con los amigos, y desafortunadamente acaba en cinco, ellos lo saben y tú lo sabes, la rima se palpa en el aire. Entonces cuando vas a decir el último dígito, dudas unas milésimas de segundo y dices:

-¡Cuatro! –Pensando que los pillaras desprevenidos y te quedaras con la peña, pero entonces salta alguien que nunca hace bromas y dice
-¡Por tu culo mi zapato! –Nos han jodido.

Pues bien, el otro día la madre de alguien cercano a mí preguntó si yo era un beato. Sí, preguntó si era un beato. Lo repito porque aún no lo creo cuando lo digo.
Hombre preguntar no es como adjetivarlo directamente pensareis, pero tú dices de un tío:

-¿Ese está imbécil o qué? –Y... queda claro lo que le estás llamando

O preguntas:
-¿Tu te has caído de un guindo? –Pues ya sabes si te dicen eso.

O la mítica:
-¿Tu estás tonto o comes flores? –Anda, elije...

Pues... que si era un beato preguntó ¿? Aún espero una respuesta, porque la verdad no tengo ni idea de como ha llegado la señora a esa posible conclusión.

-Elígete un ángel, que tienen alas. –Me dijeron
[No jodas que no tienen sexo.] –Pensé para mí
De ser alguno de esa familia me pido el J.C. Superstar.

Lo que hay que aguantar...

1 comentario:

SyNKRo dijo...

Si no te peinas con los pelos de punta y te quitas las ray ban, un poco de cara de monaguillo sí que tienes xD

Yo me pido "Carl Anderson" :)