domingo, 15 de febrero de 2009

Un rostro y un nombre... (9º parte)

Me encontraba girando sin control en medio del espacio, a unos 500 metros de la Novus Spes,ei. Abrí los ojos, “OGLE-2005-BLG-390Lb" Apareció a mis espaldas.
El regulador de respiración asistida resonaba por toda la escafandra insuflando O2 y achicando los gases de desecho. Mi respiración era rápida y entrecortada y mis pulsaciones demasiado aceleradas. Si no conseguía calmarme, me hiperventilaría corriendo el riesgo de caer desmallado. Decidí respirar hondo y aguantar un poco la respiración, para luego soltar el aire poco a poco. Funcionó para calmarme pero seguía dando vueltas y alejándome cada vez más de la ciudad espacial. Busqué cómo detenerme. Alguna correa del traje que pudiera lanzar y utilizar a modo de arrastre. Nada. Seguiría dando vueltas infinitamente en el espacio. Hasta que se me terminase el oxígeno o hasta que la gravedad del planeta me hiciera caer a su atmósfera. Desintegrándome. Si tenía suerte, mucha, habría tiempo de O2 suficiente como para que orbitando, diera una vuelta completa al planeta y así yo solo me estrellase de nuevo contra la Novus, ya que mi velocidad de traslación era superior a la de la estructura. Ella completaría una vuelta a OGLE-2005-BLG-390Lb en unas 42 horas yo tardaría más de la mitad es decir más de 21 horas. Por desgracia el vúmetro no me concedía más de dos horas de aire.
El final se acercaba. No era miedo a la muerte lo que me rondaba, más bien me sentía defraudado conmigo mismo por no poder, al menos, averiguar el por qué me encontraba en esta situación.
Cerré los ojos. Pese a los giros que mi cuerpo daba, al no haber un “arriba” y “abajo” debido a la ingravidez del espacio, mi cerebro no experimentaba mareo. Me sentí como flotando en medio de una gran piscina. Cientos de recuerdos provenientes de la psique empezaron a desfilar frente a mí. Como migajas que se desprenden de la extensión de lo olvidado para hacerte sentir… viejos triunfos; antiguas heridas. Hechos aparentemente desaparecidos y que ahora se hacían tan palpables como en el mismo instante que se habían producido. Me sentí preparado para marchar.
Algún tipo de resorte incomprensible, dentro de mí, me advirtió sacándome del nirvana. Abrí los ojos. Una presencia se aproximaba. Mi giro continuo me impedía ver con claridad lo que era. Venía de bastante lejos. Cuando se encontraba próximo pude reconocerlo.

-¡El R.S.!

Al ser un modelo pesado, contaba con capacidad de maniobra en el espacio exterior. La succión lo envió mucho más lejos que a mí debido a su mayor masa.
Dos pequeños reactores le proporcionaban el empuje necesario para desplazarse. Ignoro la velocidad a la que se desplazaba, pero prometía ser un choque violento. La explosión debía haber dañado alguno de sus bio-sistemas. Estaba descontrolado.
El fuerte encontronazo me lanzó contra la ciudad espacial. No habría tenido problema alguno en agarrarme a él si no me hubiese encontrado dando vueltas sobre mí mismo. Pero esto me vino bien ya que tampoco la máquina pudo podido atraparme. Centré todas mis fuerzas en sujetarme a la estructura a la que me dirigía. 20 m/s era una velocidad bastante elevada.
(Una hora tiene 3.600 segundos (60 min x 60seg), multiplicándolo por los 20 mts, te daría 72.000 m/h, si sabes que un km son mil metros, la velocidad sería de 72000/1000= 72 km/h)

-Tres…

El androide salió despedido según reza la tercera ley de Newton, llamada “Principio de acción y reacción”, que expone que a toda fuerza ejercida se le opone otra igual de sentido opuesto.

-Dos…

El no controlar dicha acción hacía más y más plausible que el cyborg no funcionaba a pleno rendimiento. De no estar dañado habría desacelerado y me habría capturado fácilmente.

-Uno…

Todos mis músculos se tensaron. Con la mirada fija y la mandíbula apretada me preparé para el impacto. Mis brazos no pudieron aguantar toda la presión y tanto la escafandra como mi pecho golpearon contra la estructura metálica. Dolió. Sin embargo sí que pudieron resistir el principio de acción y reacción, y me aferré con todas mis fuerzas quedando encaramado a la Novus Spes,ei.

3 comentarios:

AXA dijo...

Oye, Keydeth. Te he dejado un meme en mi blog. Pásate por él si quieres recibirlo.

Anónimo dijo...

No sé yo si un cuerpo humano puede resistir tales presiones y fuerzas... pero como no tengo datos exactos y no me quiero pasar de lista, te digo un ¡¡¡Aleee!!!Vas a conseguir que me entusiasme la ciencia ficción!!! ^.^

Keydeth dijo...

Axa: Muchas gracias, me paso por él.

ZohARa: Bueno si contamos que los pilotos de motos soportan accidentes a velocidades muchísimo más altas gracias a sus trajes. Y que el protagonista de la historia es alguien físicamente preparado (para poder subir al espacio) y además lleva un traje mucho más complejo y seguro (también para el espacio) que el de un motorista, 72Km/h no es demasiado... aún así no deja de ser una historia de ficción. Pero gracias por el apunte. :D