miércoles, 4 de febrero de 2009

Redacción...

Mi afán por la escritura dio sus primeros pasos reales en el instituto. Hasta entonces ya había escrito cosas, pero mis profesores nunca las tomaron como válidas, al revés. Se podría decir que casi las ridiculizaban. Hoy, entre papeles he encontrado una redacción de hace lo menos ocho o diez años. Las reglas eran que te daban unos fragmentos de poemas y tú tenías que incluirlos en una historia. He querido compartirla con vosotros:

Una calurosa tarde de verano. La sombra de una joven, se desliza por el ardiente alquitrán. De pronto, se para, está frente a una semejante, y pegadas a ellas, sus dueñas, las que le dan forma y movimiento.

-¡Hola María!

-¡Hola Ana! ¡Vamos cuéntame qué tal el cine ayer con Luis!

-Fue alucinante.... Estábamos viendo la película, cuándo me cogió de la mano, me miró y me dijo:

"En el filo de tu labio desvanecerme
ser tan solo pigmento de tu piel
fósforo encendido en la médula de tu hueso
desposeerme
serte
en el músculo que tensa tus músculos

en la vena que azulea tu muñeca"

Y después me besó.

-¡Hiiii! tía... ¿y tú qué hiciste?

-Me derretí, y ya no vimos más la película.

-Bueno pues enhorabuena. Yo me marcho que Margarita la profe de literatura nos va a poner un examen, a ver si es complaciente y nos lo quita.

-Vaya, pues suerte María.

-Gracias Ana.

Dos meses después

-...Ring...Ring...

-Ya lo cojo yo, mamá.

-María, ¡Se muda!

-¿Cómo? Hey venga deja de llorar y cuéntamelo tranquilamente.

-Su padre se traslada, ¡se van a Florencia! Con lo bien que nos iba a Luis y a mí.

-¿Te lo ha dicho él?

- No todavía no, y me parece extraño.

-" Y es extraño que no tenga tu nombre grabado en las paredes

-Necesito emborracharme
cerrar todas las ventanas que dan a esta tarde
necesito saber la cantidad exacta de desesperación
que anida en esta hora
en el sur sé que hay una ciudad que me espera
es extraño, nunca he vivido allí la tristeza de noviembre
no sé cómo será el rumor de los magnolios golpeados por la lluvia
cuando noviembre invada las avenidas
y sobrevivan las cúpulas solitarias sencillamente solas
bajo un cielo de invierno sin pájaros
no sé qué vibración de muerte se esparcirá sobre el río en el sur"

Así pasaron dos meses más...
Hoy, una carta vuela desde el fondo del corazón de una joven, hasta su ser más amado.

Querido Luis:

"Me envías una escueta postal de tu viaje
con unas cuantas faltas leves de ortografía
Aunque eso no importa, ya sabes mi manía
de perseguir tus líricas traiciones al lenguaje.
Hablas de la ciudad, del mediocre hospedaje
en pleno de Florencia y todavía
hacia el final te tiembla la azul caligrafía
Cuando dices que sientes mi sombra entre el paisaje.
¿Quién puede comprenderte, mi lejano turista?
Hoy me mandas suspiros, promesas, algún beso,
y ayer mismo huías con un hasta la vista.
No temas; estaré aguardando el regreso
en el sitio fijado y a la hora prevista,
para ver como una tonta las fotos del suceso"

Años después...

-Cariño.

-Dime, Andrés.

-Tu hija ya está lista para ir al colegio.

-Mamá...

-¿Dime mi amor?

-Pues... que me gusta un chico y no sé qué hacer...

-Mira Julia:

"Si alguna vez sufres, y lo harás
por alguien que te amó y que te abandona,
no le guardes rencor ni le perdones;
deforma su memoria el rencoroso
y en amor el perdón es sólo una palabra
que no se aviene nunca a una sentimiento.
Soporta tu dolor en soledad,
porque el merecimiento aun de la adversidad mayor
está justificado si fuiste
desleal a tu conciencia, no apostando
sólo por el amor que te entregaba
su explendor inocente, sus intocados mundos.
Así que cuando sufras, y lo harás
por alguien que te amó, procura siempre
acusarte a ti misma de su olvido
porque fuiste cobarde o quizá fuiste ingrata.
Y aprende que la vida tiene un precio
que no puedes pagar continuamente.
Y aprende dignidad en tu derrota
agradeciendo a quien te quiso
el regalo fugaz de su hermosura."


-¿Cómo se llamaba el que te hizo daño, Mamá?

-Luis hija. Se llamaba Luis.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Desgraciadamente ,a una inmensa mayoria de los profesores les falta un poquito de psicologia , un mucho de sensibilidad,y no tienen nada que se parezca remotamente a temperamento artístico,:En consecuencia incapaces de ver y valorar a un genio.A saber:Albert Eistein, Monserrat Caballé,Giuseppe Verdi,y un largo etc...Menos mal que los artistas sois tenaces, que sinóooo.La redacción es preciosa e inteligente.UN BESO.MAM.