Al parecer algo había ocurrido mientras Nagre y yo manteníamos aquella reyerta con la criatura.
Notaba un pequeño zumbido en la cabeza que me impedía pensar con claridad. Masajeé por encima del pelo cuando percibí un viscoso fluido en ella. Era sangre. Seguramente a eso se debía el zumbido. En alguna de las caídas de la habitación era la opción más probable. Me despreocupé por el momento. Mal hecho.
Llevar a Nagre en su estado era demasiado lento. Creí más oportuno dejarlo allí algunos minutos y adelantarme yo sólo en busca de ayuda.
Avancé a lo largo de uno de los pasillos principales. Mis pasos resonaban con una reverberación metálica. Las luces de emergencia se encontraban dispuestas cada 100 metros. El color titanio del corredor semicircular ayudaba en la refracción, pero aún así entre una y otra, seguía reinando mayormente la oscuridad. Ansiaba poder distinguir con claridad las bandas azul cobalto que resaltarían a cada uno de los lados del cilindro cuando se restableciera la iluminación.
Todas las compuertas se encontraban bloqueadas. Al final del corredor percibí un destello. Habría aproximadamente unos 200 metros aún para llegar allí. A las compuertas principales que daban acceso a los ascensores centrales. Que conducían, digamos, al centro neurálgico de la Novus Spes, ei ese era mi destino. Aceleré el paso ilusionado por encontrar a alguien. Grité en forma de saludo.
-¡Eh! ¡Hola! ¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde está todo el mundo?
Rápidamente el destello se convirtió en dos potentes puntos de luz. Deceleré de inmediato. Un sonido de servos reverberó por todo el habitáculo. Oía a cada paso el entrechocar de metales de la cubierta con los pies del robot acelerándose. Grave error el descubrir mi posición ante la máquina.
#Unidad de seguridad y protección humana RS- 800 (rorbot-señora modelo 800). Protocolo de evacuación. Por favor deténgase y deponga las armas#
Los Cyborgs que había visto antes, en “La procer” o en el “Piso Franco”, tenían un tamaño más reducido, de metro y medio aproximadamente. Todo eran partes mecánicas a excepción de la cabeza que era de aspecto humano. O bien un chasis algo más alto y grande con la cara cubierta por un visor que escaneaba en busca de posibles armas ocultas. Éste sin embargo parecía, ya a lo lejos, mucho más grande y peligroso y lo peor era que cada vez lo tenía más cerca.
# Unidad de seguridad. Toda forma de vida debe ser exterminada #
De pronto otra visión me inundó. Caí noqueado mientras agarraba mi cabeza con la mano derecha tratando de sofocar la intensa punzada que la recorría y sentía la amenaza robótica recortando distancias. Todo me daba vueltas. De nuevo aquel rostro borroso y pixelado parecía querer hablarme. El corazón parecía latir fuertemente en mi cerebro. Después, la oscuridad.
# Unidad de seguridad. Toda forma de vida debe ser exterminada #
Entreoí cuando noté vagamente que ya me había dado alcance.
Notaba un pequeño zumbido en la cabeza que me impedía pensar con claridad. Masajeé por encima del pelo cuando percibí un viscoso fluido en ella. Era sangre. Seguramente a eso se debía el zumbido. En alguna de las caídas de la habitación era la opción más probable. Me despreocupé por el momento. Mal hecho.
Llevar a Nagre en su estado era demasiado lento. Creí más oportuno dejarlo allí algunos minutos y adelantarme yo sólo en busca de ayuda.
Avancé a lo largo de uno de los pasillos principales. Mis pasos resonaban con una reverberación metálica. Las luces de emergencia se encontraban dispuestas cada 100 metros. El color titanio del corredor semicircular ayudaba en la refracción, pero aún así entre una y otra, seguía reinando mayormente la oscuridad. Ansiaba poder distinguir con claridad las bandas azul cobalto que resaltarían a cada uno de los lados del cilindro cuando se restableciera la iluminación.
Todas las compuertas se encontraban bloqueadas. Al final del corredor percibí un destello. Habría aproximadamente unos 200 metros aún para llegar allí. A las compuertas principales que daban acceso a los ascensores centrales. Que conducían, digamos, al centro neurálgico de la Novus Spes, ei ese era mi destino. Aceleré el paso ilusionado por encontrar a alguien. Grité en forma de saludo.
-¡Eh! ¡Hola! ¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde está todo el mundo?
Rápidamente el destello se convirtió en dos potentes puntos de luz. Deceleré de inmediato. Un sonido de servos reverberó por todo el habitáculo. Oía a cada paso el entrechocar de metales de la cubierta con los pies del robot acelerándose. Grave error el descubrir mi posición ante la máquina.
#Unidad de seguridad y protección humana RS- 800 (rorbot-señora modelo 800). Protocolo de evacuación. Por favor deténgase y deponga las armas#
Los Cyborgs que había visto antes, en “La procer” o en el “Piso Franco”, tenían un tamaño más reducido, de metro y medio aproximadamente. Todo eran partes mecánicas a excepción de la cabeza que era de aspecto humano. O bien un chasis algo más alto y grande con la cara cubierta por un visor que escaneaba en busca de posibles armas ocultas. Éste sin embargo parecía, ya a lo lejos, mucho más grande y peligroso y lo peor era que cada vez lo tenía más cerca.
# Unidad de seguridad. Toda forma de vida debe ser exterminada #
De pronto otra visión me inundó. Caí noqueado mientras agarraba mi cabeza con la mano derecha tratando de sofocar la intensa punzada que la recorría y sentía la amenaza robótica recortando distancias. Todo me daba vueltas. De nuevo aquel rostro borroso y pixelado parecía querer hablarme. El corazón parecía latir fuertemente en mi cerebro. Después, la oscuridad.
# Unidad de seguridad. Toda forma de vida debe ser exterminada #
Entreoí cuando noté vagamente que ya me había dado alcance.
4 comentarios:
Aleeeee!!!! ¿Así con toda esta incertidumbre me quedas??? Ahora que me he leído toda la historia del tirón me haces esto!!! jijijijiji. Espero la 5ª parte con muchas ganas! Un besote!!
Das miedo, ¿te lo he comentado alguna vez?
Anón: Jeje tiempo al tiempo
SyN: ¡Bú!
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