domingo, 18 de mayo de 2008

Miedo...

[Sistema de defensa impreso en nuestros genes. Irracional. En ocasiones y para algunas personas, controlable, pero todo el mundo lo padece. No es valiente el que no experimenta miedo, eso es imposible, sino quien sabe dominarlo. ]

Fracaso..., soledad..., descontrol..., inestabilidad..., rechazo..., dolor..., odio..., crueldad..., injusticia..., vergüenza..., negación..., desengaño..., frustración..., aislamiento..., incomprensión..., inseguridad..., enemistad..., rencor..., carencia..., responsabilidad..., desencanto..., oscuridad..., decepción..., sufrimiento..., cobardía..., indiferencia..., incertidumbre..., mediocridad..., desamor...

Abrió los ojos. Apenas había olvidado la última vez, cuando le punzó de nuevo esa sensación que nos eriza el vello del brazo y revuelve nuestro estómago poniéndonos en alerta. Sabía que no se repetiría.
Salió al pasillo en mitad de la noche, pero optó por no iluminar la estancia. Alcanzó la primera puerta a la izquierda, el baño. Humedeció su cara y su nuca, y quedó en silencio, mirando fijamente un cepillo dental morado que se encontraba en un vaso junto al suyo. Volvió a su habitación.

-Mírala, que preciosa es. Y está aquí, conmigo. –Se mintió mientras se acurrucaba a su lado.
De nuevo abrió los ojos. La misma sensación. El sudor, el vello erizado,... Esta vez no se incorporó siquiera. Se limitó a mirar la hora, apenas habían pasado quince minutos desde la última vez. Se giró e intentó relajarse.

-¿Verdad que estaremos siempre juntos...? -Pensó en voz alta.
Al cabo de poco tiempo volvió a levantarse. ¿Acaso pasaría toda la noche así? Sobre la almohada no había más que su cabeza, en cambio estaba tan aplastada como otras veces... como cuando ella venía.

-Me llenas por completo. ¿Qué haría sin ti...? –Una profunda respiración fue el único sonido que invadió la intimidad de la noche.
Apenas veinte minutos desde el anterior sobresalto,
se repitió todo. Quedó sentado en la cama. Miró a su lado. No estaba. Hacía semanas que ya no estaba allí. Que no sabía de ella. El tiempo es tan relativo para cada individuo...

-Te echo de menos... –Le dijo allá donde fuera que estuviese. Entonces se aferró al almohadón y se dejó inundar por el miedo hasta lo más profundo de su ser.

5 comentarios:

Nancy Callahan dijo...

mmm muy interesante, aunque lo que no aclaras es el miedo a qué exactamente, a perderla?a no volver a verla?

brillante,como siempre ;-)

saludetes!!

Keydeth dijo...

Muchas gracias. La verdad es que es un placer escribir cualquier cosa con vuestras maravillosas críticas. También es un poco obra vuestra ya que me animáis mucho a continuar escribiendo.

Bien... siente miedo a todo en realidad... por eso comienzo la historia con una definición y un montón de... "temores", cada uno tiene el suyo y trataba de personalizarla de algún modo para todo el que la lea. El fracaso, la soledad, el descontrol, el rechazo...el desamor... son cosas que todos hemos sentido antes o después, por eso no especifica... se trata de que cada uno elija (fijándose en sí mismo) el tipo de miedo que padece el personaje del post.

:P no sé si lo he conseguido... pero esa, al menos, era la intención... jejeje. De nuevo gracias. y más por preguntar :D
Saludos!

Anónimo dijo...

El miedo es tan complejo.
Según el relato puedes tener miedo de que no vuelva, de que desaparezca para siempre o bien... de que vuelva y no sea la de antes.
El miedo nos vuelve desconfiados, brutales, salvajes y algo inestables.
En este caso, el miedo nos vuelve solitarios.
Fantástico este relato :D

adinushka dijo...

el miedo es el gran enemigo del conocimiento, nos impide a crecer y adquirir experiencia, es el obstaculo enfrente de nuestros sentimientos, sensaciones. todos sentimos miedo alguna vez en nuestra vida, lo importante es como lo dominas, igual q tu lo dices:) me gusto tu post.

Keydeth dijo...

Muchas gracias adinushka. Bien venida. Celebro que te gustase el post.
Un saludo.