La atmósfera se debatía entre un rojizo anaranjado que procedía de los agujeros de la persiana y un escurridizo negro que se batía en retirada por las esquinas y entre los muebles de la habitación. El cuarto de baño era otra historia. Suelo y paredes cubiertas de losas de brillante piedra verde esmeralda, que reflejaban la luz procedente de los camuflados focos halógenos.
La encontré justo delante nada más iluminar la estancia. Estaba perfecta.
Era temprano, sobre las ocho de la mañana. Sin embargo, ni la enmarañada red del sueño podía disuadir mi apetencia.
Sin dejar de mirarla, comencé a desnudarme lentamente. Frente a ella. Parecía inmutable. Dejé el pijama en el suelo, junto la puerta. Entonces me acerqué. Despacio, sin prisa . Como si tuviera todo el tiempo del mundo. Nos encontramos. Sentimos cada uno la distinta temperatura del otro. La de mi cuerpo era superior, pero no me importó, pronto pondría solución al problema. Sabía perfectamente qué hacer para elevar la suya hasta donde me placiera. Comencé la búsqueda. Primero con la mirada. Tranquilo. Seguro de mi experiencia y dominio. Incluso me separé en un momento dado para concederme más periferia. Nada. No le encontraba el punto. Me permití usar las manos. Exploré con ellas cada rincón de su hechura. No hubo respuesta alguna. Seguía tan fría y seca como al principio.
Yo no estaba dispuesto a rendirme. No podía evitar ni disminuir el deseo de necesidad que sentía por cubrirme su cálido y húmedo manar. Aún así no conseguía nada. Nunca me había ocurrido algo así. Impaciente, tomé una decisión drástica. Si yo solo no era capaz, entonces, tendría que pedir ayuda.
Volví a la otra habitación. Mi compañero, Nagre. Dormía aún plácidamente.
-Nagre...Nagre...
-¿Eh? ¿Qué ocurre "K"?
-Necesito ayuda.
Ambos, concienzudamente nos pusimos manos a la obra. Cero. Ella no estaba dispuesta a darnos nada de su interior. Fría como el hielo, parecía mirarnos desafiantes.
-No sé, yo me rindo.
Nagre salió y cerro la puerta tras de sí.
Las ganas sin embargo, no querían abandonarme. Decidido, encendí el intercomunicador.
#Propicios días Mr. K. ¿Qué se le ofrece? ¿Ayuda? Comprendo... no se preocupe, es algo normal. Le ocurre a mucha gente. Nada, no tiene por qué avergonzarse. Tan solo retire las toallas. Eso es, las toallas. ¡Por Ford!, no se preocupe. Disfrútela. Propicios días. #
Era temprano, sobre las ocho de la mañana. Sin embargo, ni la enmarañada red del sueño podía disuadir mi apetencia.
Sin dejar de mirarla, comencé a desnudarme lentamente. Frente a ella. Parecía inmutable. Dejé el pijama en el suelo, junto la puerta. Entonces me acerqué. Despacio, sin prisa . Como si tuviera todo el tiempo del mundo. Nos encontramos. Sentimos cada uno la distinta temperatura del otro. La de mi cuerpo era superior, pero no me importó, pronto pondría solución al problema. Sabía perfectamente qué hacer para elevar la suya hasta donde me placiera. Comencé la búsqueda. Primero con la mirada. Tranquilo. Seguro de mi experiencia y dominio. Incluso me separé en un momento dado para concederme más periferia. Nada. No le encontraba el punto. Me permití usar las manos. Exploré con ellas cada rincón de su hechura. No hubo respuesta alguna. Seguía tan fría y seca como al principio.
Yo no estaba dispuesto a rendirme. No podía evitar ni disminuir el deseo de necesidad que sentía por cubrirme su cálido y húmedo manar. Aún así no conseguía nada. Nunca me había ocurrido algo así. Impaciente, tomé una decisión drástica. Si yo solo no era capaz, entonces, tendría que pedir ayuda.
Volví a la otra habitación. Mi compañero, Nagre. Dormía aún plácidamente.
-Nagre...Nagre...
-¿Eh? ¿Qué ocurre "K"?
-Necesito ayuda.
Ambos, concienzudamente nos pusimos manos a la obra. Cero. Ella no estaba dispuesta a darnos nada de su interior. Fría como el hielo, parecía mirarnos desafiantes.
-No sé, yo me rindo.
Nagre salió y cerro la puerta tras de sí.
Las ganas sin embargo, no querían abandonarme. Decidido, encendí el intercomunicador.
#Propicios días Mr. K. ¿Qué se le ofrece? ¿Ayuda? Comprendo... no se preocupe, es algo normal. Le ocurre a mucha gente. Nada, no tiene por qué avergonzarse. Tan solo retire las toallas. Eso es, las toallas. ¡Por Ford!, no se preocupe. Disfrútela. Propicios días. #
10 comentarios:
no sé si será porque ya es tarde pero no he entendido el final...que korki soy...:-S
Espero que sea por eso ...jajaja. A ver, ¿qué no entiendes? seguiste los link con las fotos?
Saludos
ah...¿es que había que seguir los links?ya decía yo...X-D
Hombre... jeje... yo la verdad es que me curro los links (los de "todos" los post) con carácter retroactivo-explicativo. Son clave en las historias, ya que explican o dan pistas referente a lo que estoy contando. Ya sean imágenes, o sitios web, que demuestran que lo que estoy hablando puede ser real "ya" o en un "futuro inmediato" (por ejemplo cuando hablo de cierta tecnología, otras veces sólo son un apoyo visual para ayudar a las descripciones). Igual que las palabras a las que van asociadas, NO están puestas al "tuntún".
Y aunque no son completamente necesarios (ya que trato de que las historias se basten por sí mismas, y muchas veces no son más que ejemplos graciosos) pero son un buen complemento para entender ciertos dobles sentidos que aveces se encuentran ocultos y que pasarían desapercibidos sin los links. :¬)
Gracias por preguntar... Ha saber cuantos habéis leído los post sin seguir los link... jooo :¬(
jajajajaja creo que ya lo he pillado
muy original,a mí nunca se me ocurren estas cosas :-S
como siempre, otro relato brillante ;-)
saludetes!
yo que pensaba que era una ducha de esas que se encienden por comandos de voz, de esas anti "cantantes de ducha"
Nancy: Gracias :¬)
Thorkemado: joe... poco le faltó mecawen la leche... en realidad era un sistema despertador... porque amos... con la tontuna me despejé que no veas
a esas horas de la mañana...normal estar con la tontuna...;-)
Mira que no saber "encender" la ducha... tanto teclado hipermegatrónico con pantallas táctiles y sensor de aburrimiento y no eres capaz de tirarte un poco de agua por encima...
Para lo que te está dejando la gira macho... x)
Muy chulo el post, pero yo le cambiaría el título para no dar pistas hasta el final ^^
Y yo pensando mal... ¡¡como siempreeeee!!!
Jijiji, que palo tuviste que pasar jijiji. Venga, ya paro... ejem. Que tambien es mala uva poner ahí la palanquita de las narices, justo debajo de las toallas. Seguro que lo hacen a drede.
Como te curras los relatos, me encatan!
PD: Soy la Jelens
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