Tras recibir órdenes directas del C.P.U. (Consulado de Planetas Unidos) me dispuse a abandonar inmediatamente la que fue mi hogar durante más de un año, la astronave interplatanaria [Lábil 02.] Las instrucciones eran precisas. Debía embarcar como pasajero en la [Prócer 693] y dirigirme directamente a la Tierra para una misión de infiltración. Razón por la cual viajaba de incógnito como un pasajero más.
Paseaba ocioso por la cubierta interior. Hacía varios meses que la Prócer había iniciado el regreso al planeta Tierra. Aún tenía pocos conocimientos sobre la nueva misión se se me encomendaba. Al parecer debía infiltrarme en una banda de piratas musicales y filtrar información. Era de cuantos datos disponía.
-Guaaahhh...Guaaahhh...Guaaahhh...
La alarma disparó todos los sistemas de seguridad. Todas las escotillas, excepto las de emergencia, quedaron bloqueadas. La tripulación, armada y en formación, corría de un lado a otro indicando al pasaje hacia dónde debíamos dirigirnos.
Llegué a una especie de sala gigante con el resto de pasajeros. Ninguno se encontraba, al menos aparentemente, demasiado preocupado.
-Un campo de asteroides. -Decían algunos
-La fuerza gravitacional de una estrella cercana o un agujero negro. -Oí de otros.
Yo como ex-RG de la Lábil 02, sabía que la tecnología había avanzado ya lo suficiente desde que comenzaron los primeros viajes interestelares, como para que ese tipo de cosas no dieran ya problemas en un viaje de pasajeros pre-trazado. Algo más estaba ocurriendo.
Creí ver una cara conocida. En efecto, era Manza. Una de las investigadoras con las que mantenía contacto en la Lábil 02.
-Manza.
-¿Keydeth? ¿Qué crees que está ocurriendo? -Comentó sin hacer alusión al por qué estábamos allí como pasaje ya que ella seguramente también estaba de incógnito.
-No tengo ningún tipo de información, pero no me gusta demasiado.
-Ha pasado ya mucho tiempo desde que nos metieron aquí. Voy a echar un vistazo.
-Bien, me quedaré con el pasaje por si vuelve la tripulación.
Manza salió por una de las compuertas de seguridad sin ser vista.
Al cabo de tres horas sin tener noticias ni de ella ni de la tripulación y viendo que el resto de pasajeros comenzaba a impacientarse, decidí salir a ver qué sucedía.
Igual que ella, utilicé mi clave de estándar de seguridad que nos conceden cuando estás al mando de alguna astronave interplatanaria, la cual permite abrir ciertas escotillas de seguridad cuando se encuentran cerradas por una alarma general sea de la nave que sea.
Recorrí los largos pasillos de la Prócer 693. Todos vacíos y casi en penumbra. En una de las antesalas localicé el puente de mandos. Manipulé el control gravitatorio de la nave disminuyendo la fuerza de gravedad de la misma hasta un poco por bajo que el de la luna. Tomé un traje presurizado y me enfundé en él.
Escuché los gritos de Manza. Estaba acorralada por una especie de criatura alienígena. Ayudado por la baja gravedad, di un salto y caí justo encima de la cabeza de aquel ser.
-Corre, vámonos de aquí. -Grite a Manza agarrándola por el brazo. No llegamos muy lejos, otro alien nos acorraló en el siguiente corredor.
Creimos que era el final cuando dos androides, uno de color azul intenso y otro naranja butano se interpusieron entre el bicho y nosotros.
#Unidad de seguridad y protección humana R.S. (rorbot-señora) 00892. Por favor ocúltense#
Dijo el cyborg con un emulador de voz bastante espeluznante. Era uno de los primeros modelos físicos que veía. Yo estaba acostumbrado a tratar con "Goglee 0.7." que no era más que una voz virtual sin un cuerpo propiamente dicho.
Los androides tenían un tamaño reducido, de metro y medio aproximadamente con unas toberas lanza proyectiles a rayas negras y amarillas en los costados. Eran de aleación metálica a excepción de la cabeza que era humana con el aspecto de una mujer anciana.
Manza y yo nos alejamos lo más rápidamente posible. Por fin llegamos al habitáculo en el cual se encontraban los demás pasajeros. Se habían reagrupado y organizado un poco y una especie de portavoz se nos acercó.
-Tienen hambre.
-Mire, la nave se encuentra en grave peligro, la situación es...
-No nos importa la situación ni lo que se traigan entre manos, tenemos hambre. Nos han encerrado aquí y tenemos hambre-Cortó secamente el hombre a Manza.
-Cuando salí de aquí para buscarte vi una sala-despensa, allí puede que encontremos alimentos.
Tras decirles esto, el portavoz reunió un grupo de unos 7 individuos que nos acompañaron a recolectar comida.
Era una sala grande, como de un supermercado. Cada uno cogía lo que le parecía más o menos cuando el sonido de unos servos hidráulicos invadió la sala.
#Unidad de seguridad y protección humana R.S. 00892. Toda forma de vida humana queda bajo nuestro control#
#Tienen 7 minutos 31 segundos para volver al último lugar donde quedaron bajo protección. En caso contrario se les tratará como unidades peligrosas y se les exterminará#
#7.30#
El grupo, aterrado, corrió hacia el emplazamiento principal con el resto del pasaje.
#7.26#
Manza y yo nos quedamos mirando a uno de los Robot-señora. El azul. Sus ojos estaban en blanco mientras pronunciaba la cuenta atrás.
-Deberíamos llegar al puente de mando central. Allí podremos encerrarnos tanto de los aliens como de los Robot-señora. Además podremos continuar rumbo a la Tierra.
-¿Y los pasajeros?
-Estarán a salvo si no salen de la sala en a que se encuentran.
#5.48#
El otro de los cyborg cubría a su compañero a a vez que seguía todos nuestros movimientos. Manza y yo corrimos por los interminables pasillos de la Prócer 693. Cuando llegamos al puente de mando central la compuerta principal estaba bloqueada y ni siquiera nuestra clave estándar de seguridad nos permitió acceso. Volver con el resto del pasaje era la única salida.
Llegamos de nuevo a la habitación supermercado. Ninguno de los Robot-señora se encontraba allí. Respiramos hondo. Avanzábamos a gatas por entre las cajas de comida y los estantes repletos de botes y bolsas cuando escuchamos aquella repugnante voz sintetizada
#Atención. Amenaza desconocida. Modo de búsqueda#
Y cómo el rechinar de los servos hacían moverse a aquellos engendros de la biotecnología.
Manza y yo nos parapetamos bajo una estructura formada por latas de conservas "alubias Rabinad" El siniestro deambular de los cyborg duró apenas unos minutos. Pero los suficientes como para casi cortar nuestra respiración.
#Amenaza controlada#
Y desaparecieron por una compuerta.
Manza y yo volvimos con algo de alimento para los otros pasajeros y nos recostamos en una especie de hamacas de reposo que había en dicha sala mientras el pasaje daba buena cuenta de la comida.
Al cabo de unas horas la alarma general de la Prócer 693 se desactivó debido a la inactividad biológica, anulando así a ambos Robot-señora y abriendo todas las compuertas de la nave incluida la del puente de mando central, por lo que Manza y yo pudimos redirigir la astronave a la Tierra.
[Quién tuviera sueños húmedos...]
Paseaba ocioso por la cubierta interior. Hacía varios meses que la Prócer había iniciado el regreso al planeta Tierra. Aún tenía pocos conocimientos sobre la nueva misión se se me encomendaba. Al parecer debía infiltrarme en una banda de piratas musicales y filtrar información. Era de cuantos datos disponía.
-Guaaahhh...Guaaahhh...Guaaahhh...
La alarma disparó todos los sistemas de seguridad. Todas las escotillas, excepto las de emergencia, quedaron bloqueadas. La tripulación, armada y en formación, corría de un lado a otro indicando al pasaje hacia dónde debíamos dirigirnos.
Llegué a una especie de sala gigante con el resto de pasajeros. Ninguno se encontraba, al menos aparentemente, demasiado preocupado.
-Un campo de asteroides. -Decían algunos
-La fuerza gravitacional de una estrella cercana o un agujero negro. -Oí de otros.
Yo como ex-RG de la Lábil 02, sabía que la tecnología había avanzado ya lo suficiente desde que comenzaron los primeros viajes interestelares, como para que ese tipo de cosas no dieran ya problemas en un viaje de pasajeros pre-trazado. Algo más estaba ocurriendo.
Creí ver una cara conocida. En efecto, era Manza. Una de las investigadoras con las que mantenía contacto en la Lábil 02.
-Manza.
-¿Keydeth? ¿Qué crees que está ocurriendo? -Comentó sin hacer alusión al por qué estábamos allí como pasaje ya que ella seguramente también estaba de incógnito.
-No tengo ningún tipo de información, pero no me gusta demasiado.
-Ha pasado ya mucho tiempo desde que nos metieron aquí. Voy a echar un vistazo.
-Bien, me quedaré con el pasaje por si vuelve la tripulación.
Manza salió por una de las compuertas de seguridad sin ser vista.
Al cabo de tres horas sin tener noticias ni de ella ni de la tripulación y viendo que el resto de pasajeros comenzaba a impacientarse, decidí salir a ver qué sucedía.
Igual que ella, utilicé mi clave de estándar de seguridad que nos conceden cuando estás al mando de alguna astronave interplatanaria, la cual permite abrir ciertas escotillas de seguridad cuando se encuentran cerradas por una alarma general sea de la nave que sea.
Recorrí los largos pasillos de la Prócer 693. Todos vacíos y casi en penumbra. En una de las antesalas localicé el puente de mandos. Manipulé el control gravitatorio de la nave disminuyendo la fuerza de gravedad de la misma hasta un poco por bajo que el de la luna. Tomé un traje presurizado y me enfundé en él.
Escuché los gritos de Manza. Estaba acorralada por una especie de criatura alienígena. Ayudado por la baja gravedad, di un salto y caí justo encima de la cabeza de aquel ser.
-Corre, vámonos de aquí. -Grite a Manza agarrándola por el brazo. No llegamos muy lejos, otro alien nos acorraló en el siguiente corredor.
Creimos que era el final cuando dos androides, uno de color azul intenso y otro naranja butano se interpusieron entre el bicho y nosotros.
#Unidad de seguridad y protección humana R.S. (rorbot-señora) 00892. Por favor ocúltense#
Dijo el cyborg con un emulador de voz bastante espeluznante. Era uno de los primeros modelos físicos que veía. Yo estaba acostumbrado a tratar con "Goglee 0.7." que no era más que una voz virtual sin un cuerpo propiamente dicho.
Los androides tenían un tamaño reducido, de metro y medio aproximadamente con unas toberas lanza proyectiles a rayas negras y amarillas en los costados. Eran de aleación metálica a excepción de la cabeza que era humana con el aspecto de una mujer anciana.
Manza y yo nos alejamos lo más rápidamente posible. Por fin llegamos al habitáculo en el cual se encontraban los demás pasajeros. Se habían reagrupado y organizado un poco y una especie de portavoz se nos acercó.
-Tienen hambre.
-Mire, la nave se encuentra en grave peligro, la situación es...
-No nos importa la situación ni lo que se traigan entre manos, tenemos hambre. Nos han encerrado aquí y tenemos hambre-Cortó secamente el hombre a Manza.
-Cuando salí de aquí para buscarte vi una sala-despensa, allí puede que encontremos alimentos.
Tras decirles esto, el portavoz reunió un grupo de unos 7 individuos que nos acompañaron a recolectar comida.
Era una sala grande, como de un supermercado. Cada uno cogía lo que le parecía más o menos cuando el sonido de unos servos hidráulicos invadió la sala.
#Unidad de seguridad y protección humana R.S. 00892. Toda forma de vida humana queda bajo nuestro control#
#Tienen 7 minutos 31 segundos para volver al último lugar donde quedaron bajo protección. En caso contrario se les tratará como unidades peligrosas y se les exterminará#
#7.30#
El grupo, aterrado, corrió hacia el emplazamiento principal con el resto del pasaje.
#7.26#
Manza y yo nos quedamos mirando a uno de los Robot-señora. El azul. Sus ojos estaban en blanco mientras pronunciaba la cuenta atrás.
-Deberíamos llegar al puente de mando central. Allí podremos encerrarnos tanto de los aliens como de los Robot-señora. Además podremos continuar rumbo a la Tierra.
-¿Y los pasajeros?
-Estarán a salvo si no salen de la sala en a que se encuentran.
#5.48#
El otro de los cyborg cubría a su compañero a a vez que seguía todos nuestros movimientos. Manza y yo corrimos por los interminables pasillos de la Prócer 693. Cuando llegamos al puente de mando central la compuerta principal estaba bloqueada y ni siquiera nuestra clave estándar de seguridad nos permitió acceso. Volver con el resto del pasaje era la única salida.
Llegamos de nuevo a la habitación supermercado. Ninguno de los Robot-señora se encontraba allí. Respiramos hondo. Avanzábamos a gatas por entre las cajas de comida y los estantes repletos de botes y bolsas cuando escuchamos aquella repugnante voz sintetizada
#Atención. Amenaza desconocida. Modo de búsqueda#
Y cómo el rechinar de los servos hacían moverse a aquellos engendros de la biotecnología.
Manza y yo nos parapetamos bajo una estructura formada por latas de conservas "alubias Rabinad" El siniestro deambular de los cyborg duró apenas unos minutos. Pero los suficientes como para casi cortar nuestra respiración.
#Amenaza controlada#
Y desaparecieron por una compuerta.
Manza y yo volvimos con algo de alimento para los otros pasajeros y nos recostamos en una especie de hamacas de reposo que había en dicha sala mientras el pasaje daba buena cuenta de la comida.
Al cabo de unas horas la alarma general de la Prócer 693 se desactivó debido a la inactividad biológica, anulando así a ambos Robot-señora y abriendo todas las compuertas de la nave incluida la del puente de mando central, por lo que Manza y yo pudimos redirigir la astronave a la Tierra.
[Quién tuviera sueños húmedos...]
7 comentarios:
Tienes una imaginación desbordante, me ha encantado este relato/historia. Sabes, me ha recordado en cierta manera a un libro que lei hace tiempo "Un mundo felix" de Aldous Huxley, por lo ordenado, frío y la tecnología que he visto reflejada.
Me ha gustado bastante, espero leer más narraciones de este estilo ;)
¿Sabes una característica que me ha llamado la atención? Que tú eres un personaje clave en la historia, ese detalle me ha resultado curioso y le da emoción pues dan ganas de saber que pasará contigo :D
PD: Isas, la Pequeña Saltamontes, es mi hermana mediana jajajaja, yo soy la mayor y por el momento, vivimos con nuestros padres ¬¬
Y sí, esta soltera ;)
menuda imaginación.....ojalá tuviera yo tanta.
Firmado: la chica SOLTERA de la lista de la compra de Jelens..jeje
Jelens: Aldous Hurley no le conozco... pero me informaré... muchas gracias... siempre es agradable escuchar comentarios como los vuestros...
Y gracias por presentarme a tu hermana, jejeje : )
P.D.: El principio de la historia lo he escrito con idea de enlazar no sólo los post anteriores en ese contexto sino trazar una línea argumental que me permita sumar más historias en el futuro [nota mental: gira "Pipa & Chicle"].
Isas: Un placer conocerte lo de la imaginación es también un poco de práctica... Nos leemos.
Por cierto... acabo de encontrar, precisamente: "Un mundo Feliz" de Aldous Huxley en mi biblioteca de casa... jejeje así que voy a ponerme a leerlo inmediatamente.
Gracias.
Pues espero que te guste el libro, te lo recomiendo.
A mí me gusto bastante, aunque tengo que reconocer que es no del todo un libro que suela gustar.
Cuando lo acabes (dentro de unos meses jajajaja) me dices que tal... es que nunca he podido comentarlo con nadie snif snif..
Un saludete!!
Hecho. Ya te avisaré y lo comentamos. Genial.
Muchas gracias!
Ya no me sentiré incomprendida :D jajaja
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